Libertad, Sancho

La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres. Digo esto, Sancho, porque bien has visto el regalo, la abundancia que en este castillo que dejamos hemos tenido; pues en mitad de aquellos banquetes sazonados y de aquellas bebidas de nieve me parecía a mí que estaba metido entre las estrechezas de la hambre, porque no lo gozaba con la libertad que lo gozara si fueran míos, que las obligaciones de las recompensas de los beneficios y mercedes recebidas son ataduras que no dejan campear al ánimo libre. ¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan sin que le quede obligación de agradecerlo a otro que al mismo cielo!

martes, 28 de junio de 2011

Los otros beneficios del comercio


“Ahora oirás que muchos abominan del comercio, del deseo de ganancia, del afán de dinero, etc…¡El espíritu mercantil de los comerciantes, bah, qué asco! Pero es oportuno recordar que el comercio fue el primer sustituto de la guerra y que los primeros pacifistas fueron los mercaderes que esperaban sacar más provecho de los vecinos por las buenas que por las malas. Como en otras ocasiones, se confirma así un principio sobre el que te ruego que reflexiones: como los hombres nos movemos por intereses, nunca se abandona una práctica que produce beneficios (la guerra , por ejemplo ) más que sustituyéndola por algo que interesa más…¡jamás predicando en contra y pidiendo arrepentimiento a los beneficiados! De modo que en las sociedades más desarrolladas ,estables y comerciales ,los antiguos criterios básicos de la fuerza y el conocimiento se hicieron mucho más difíciles de aplicar que antes: seguían valiendo, pero había que perfilarlos un poco más.”

Política para Amador - Fernando Savater

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